lunes, 10 de octubre de 2011

Casa Capşa

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He descubierto una cofetaria (pastelería) de productos sublimes llamada Casa Capşa que se encuentra en la Strada Edgar Quinet con Calea Victoriei.

Se trata de una dulcería muy popular y con historia que ofrece toda una serie de productos finos como chocolates, pastelitos, trufas, pastas, bomboane fondante (gran descubrimiento), fursecuri de nuca, eclairs, etc.

La historia de este lugar parte del señor Casei Capşa, el cual tuvo 12 hijos siendo Vasile, Grigore, Anton y Constantin que en algún momento de sus vidas tuvieron algo que ver con el existir de la Casa Capşa.

En 1852, Anton y Vasile Capşa inauguran la pastelería en el antiguo Hanul Damari, aunque en un corto intervalo de tiempo se trasladan a su ubicación actual, la Casa Slatineanu. Bautizan a la pastelería con el nombre de La Doi fraţi, Anton şi Vasile Capşa que significa algo así como "Casa de los dos hermanos, Anton y Vasile".

Al principio, los dulces son importados del extranjero pero con el transcurso del tiempo Casa Capşa comienza a calificarse como una dulcería rumana. Por otro lado, sus dueños se dan cuenta que los embalajes venden mercancía, y consiguen crear una nueva moda cuando en 1856, Vasile trae junto a los bombones fondant, huevos de chocolate y caramelos ingleses, bomboneras, cartones, cajas de madera producidas en Carlsbad, Viena o Hamburgo, papel de dantela, pliegos de papel de oro y plata, papel de plata y cintas decorativas. Otra sorpresa fue la importación de la absenta - el hada verde - como la bautizaron los bucurestinos.

En 1869, la pastelería pasa a manos de Constantin y Grigore siendo este último el que trae renombre a la Casa cuando con 15 años es enviado a París a la Casa Boissier donde se convierte en un as de la repostería. A su vuelta, el negocio continua con el nombre de La doi fraţi, Constantin şi Gregore Capşa. En 1876, Constantin se retira del negocio dejando a Gregori al frente del mismo.

En 1886 se inaugura el hotel Capşa y la famosa cafetería Capşa que se convierte en el punto más importante de encuentro de las personalidades políticas rumanas e internacionales, de los periodistas de cultura y arte, escritores, artistas, así como de las más hermosas mujeres. 

Aquellos que frecuentaban Casa Capşa estaban tan profundamente implicados en la vida política, que un prefecto de la policía le solicitó al Rey Carol que cerrara el local porque representaba "la cabeza de todos los maliciosos". La solicitud fue rechazada con humor por el soberano. Tras la primera Guerra Mundial, Casa Capşa continuó siendo considerada como un peligro público. El literario Gheorghe Tatarescu solicitó su cierre, tanto entre 1923 y 1928, cuando era subsecretario de estado del Ministerio de Interior, así como entre 1934 y 1936, cuando se encontraba en la presidencia del Consejo de Ministros. 

Durante el periodo comunista se cambia su glorioso nombre por el de "Bucarest, Brasería y Restaurant" y tras la Revolución recupera su nombre original.


El 17 de junio de 2003 se reabre como hotel.

En la actualidad Casa Capşa tiene un aire decadente y como pasado de moda, pero para aquellos nostálgicos y/o románticos que les atraiga lo clásico, antiguo e intemporal puede ser un lugar ideal para quedarse o cenar. Eso sí, la pastelería con toda seguridad es un "must" en cualquier itinerario repostero por la ciudad.

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