viernes, 7 de octubre de 2011

La Ciudadela de Făgăraş

De manera improvisada acabamos un día haciendo un pic-nic en los bancos que se encuentran en el parque que bordea la ciudadela de Făgăraş

No es un lugar de impactos, imagino que lo que fue no es lo que hay, y a pesar de que hayan intentado reconstruirlo, restaurarlo, mejorarlo, siempre se nota cuando algo no es auténticamente viejo. Pero bueno, tiene ese algo que atrapa y creo que para mi gusto fue el patio interior. Visitar lugares con historia que están vacíos es un auténtico regalo para el turista, y ese día, la ciudadela estaba sola y desamparada. No sé cómo describir la atmósfera que creaba el patio. Estaba fresco y olía a piedra húmeda. Se desprendía del suelo y de las paredes, el silencio era total e incluso se producía un ligero eco cuando hablábamos. Daba la sensación de que el tiempo se hubiera parado. 

En el patio se puede ver la recreación de una horca (bastante cutre, por cierto), un pozo en el medio al que desafortunadamente le han tirado monedas y hasta billetes de un leu, dos corredores exteriores, la biblioteca municipal, un restaurante y diversas puertecitas a ras de suelo que no sé a dónde conducirían.

La ciudadela comenzó a construirse en el siglo XIV con la finalidad de convertirse en una gran fortaleza aunque posteriormente fuera transformada en una cárcel temible. 

Teniendo una posición estratégica, en el S.XVI (1528-1541), Ştefan Mailath, primer dueño del feudo Făgăraş y posteriormente voivoda de Transilvania transfomó la ciudadela militar en un castillo feudal  fortificado. Tras la división del reinado feudal húngaro, que siguió a la derrota en la batalla de la Mohacs en 1526, Transilvania se convierte en un Principado autónomo bajo soberanía otomana. En 1541, los otomanos capturan al voivoda y lo encierran durante 10 años hasta su muerte.

En 1599 después de haber participado en sucesivas campañas para derrotar a los otomanos, Mihai Viteazul, dueño de la Ţara Românească entre 1593 y 1601 y posteriormente el conductor de la unificación de las tres tierras medievales que actualmente conforman Rumanía: Ţara Românească, Transilvania y Moldova, entra en posesión de la ciudadela.

Es en el siglo XVII cuando la ciudadela encuentra su apogeo al convertirse en residencia de príncipes. Tras una serie de reformas y transformaciones, la ciudadela será la residencia principal de los príncipes de Transilvania así como el centro político-administrativo del gran dominio de Făgăraş.

A comienzos de 1696 tras la penetración de la armada imperial austriaca en Transilvania,  Făgăraş pasa a formar parte de la corona de Habsburgo.Se convierte en despensa de las guarniciones y es adaptada estrictamente desde un punto de vista miliar perdiendo toda su elegancia y caracter principesco adquirido a lo largo del tiempo.

Entre 1948 y 1960 la ciudadela se transforma en una cárcel para detenidos políticos. 

A partir de 1965 la ciudadela es renovada y acondicionada como museo.
Patio interior
Patio Interior

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