En el año 2006 el ayuntamiento de Bucarest diseñó el proyecto NetCity (Red Metropolitana de Comunicaciones) que tenía entre sus objetivos la instalación de conductos subterráneos por lo cuales pudieran pasar los cables que actualmente están a la vista y que forman parte del paisaje aéreo de Bucarest, la creación de una red metropolitana de telecomunicaciones para las instituciones públicas y el ayuntamiento de Bucarest, o la puesta a disposición para aquellas empresas que lo solicitaran de dark fiber, que es un tipo de fibra óptica especial usada en telecomunicaciones.
Tras el proceso de licitación, el ayuntamiento de Bucarest firmó en el año 2008 un contrato de concesión de trabajos de 49 años para la realización de la red metropolitana de fibra óptica con la empresa UTI Systems.
Operarios en el Bulevar Regina Maria lidiando con una maraña imposible de cables. |
Por otro lado, y como si de una plaga se tratara, los cables vuelven a aparecer, ya que muchas empresas o incluso particulares no están dispuestos a pagar los costes por cumplir la reglamentación vigente.
Este verano, el municipio de Bucarest decidió cortar los cables ilegales de algunas zonas de la ciudad al ver que los dueños de los mismos no hicieron nada por deshacerse de los mismos tras haberse establecido un plazo para ello. Estos cables fueron colocados en el aparcamiento de Piata Operei.
La nota cómica a toda esta historia sobre cables la dan unos tres ladronzuelos que este verano fueron pillados en pleno centro histórico robando cables de cobre. El robo no era uno usual. Estos tres tipos abrieron una gran zanja en el asfalto haciéndose pasar por trabajadores en las obras de rehabilitación del centro histórico. Un policía que pasaba por allí de madrugada vio a estos tres sujetos trabajando activamente y destapó la trama al no creer la historia que le contaban. Más adelante han reconocido que llevaban unos días con el ojo puesto sobre los cables de cobre que formaban parte de la antigua red de alimentación energética y afirmaron que el material merecía ser sacado del suelo.
En Rumanía a las personas que se dedican entre otras cosas al robo de cobre y de hierro viejo se las llama Magneţii que significa Imanes.
La nota cómica a toda esta historia sobre cables la dan unos tres ladronzuelos que este verano fueron pillados en pleno centro histórico robando cables de cobre. El robo no era uno usual. Estos tres tipos abrieron una gran zanja en el asfalto haciéndose pasar por trabajadores en las obras de rehabilitación del centro histórico. Un policía que pasaba por allí de madrugada vio a estos tres sujetos trabajando activamente y destapó la trama al no creer la historia que le contaban. Más adelante han reconocido que llevaban unos días con el ojo puesto sobre los cables de cobre que formaban parte de la antigua red de alimentación energética y afirmaron que el material merecía ser sacado del suelo.
En Rumanía a las personas que se dedican entre otras cosas al robo de cobre y de hierro viejo se las llama Magneţii que significa Imanes.
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