Seamos razonables: nadie puede estar completamente de vuelta de todo, y puesto que no existe una decepción universal, tampoco podría existir un conocimiento universal.
Emil Cioran
En la plaza de Mihail Kogălniceanu se encuentra la estatua del señor que le da nombre a la misma. Se creó en bronce en el año 1936 por el escultor Oscar Han.
No hay comentarios:
Publicar un comentario