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| Trabajadores afanándose por terminar de colocar los adoquines |
De nuevo en el casco histórico, me he llevado la grata sorpresa de ver que las obras parecen estar llegando a su fin. Después de tantos años el patito feo se está convirtiendo en un cisne encantador que magnetiza y embelesa al que lo transita.
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| Atelier Mecani |
En una de sus nuevas calles aún no descubierta por muchos y que huele a piedra recién pulida he descubierto y con mucho placer el Atelier Mecanic. Un local con gusto, tranquilo y sin agobios por el tránsito de personas, donde uno puede tomarse sin prisas un "lo que sea" y dejar pasar el tiempo.
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