A pesar de las revisiones a la baja del pronóstico sobre crecimiento económico de Rumanía en 2012, reducido drásticamente por el Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo de un 2,7% a un 1,1% del PIB, según Steven van Groningen, presidente del Consejo de Inversores Extranjeras (CIS) y CEO de Raiffeisen Bank, los representantes de las mayores compañías extranjeras son optimistas en cuanto a las inversiones que Rumanía va a atraer en el futuro, en especial en el sector de infraestructuras. Aún así, los inversores desean que exista mayor transparencia en lo que respecta a aquellas medidas adoptadas por las autoridades y proponen una lista de recomendaciones que ayuden al sector privado para traer consigo un aumento del 12% del PIB a medio plazo, así como 200.000 nuevos puestos de trabajo.
A finales del año pasado, el Consejo de Inversiones Extranjeras propuso al gobierno rumano un set de 80 medias de las cuales se han discutido 27 y sólo 11 se han puesto en marcha. Ahora han publicado el Libro Blanco 2011 que contiene otro set de recomendaciones para la Buena Gobernanza, Régimen Fiscal, Sistema Judicial, Medio Ambiente, Sector Energético, Agricultura, Financiación Europea, Mercado Labor, Ética en los negocios, Sector Público e Infraestrucuturas.
A destacar:
Medio Fiscal.
Reducción de la contribución al seguro de sanidad (CAS), exceptuar del pago del impuesto en Rumanía para los fondos de inversión con sede en el extranjero, la introducción de las deducciones integrales para los gastos con almacenamiento de stock y de medios fijos y la reducción del TVA al 19%.
Gobernanza.
La corrupción sigue siendo uno de los más importantes problemas que afectan al desarrollo económico y social de Rumanía.
En opinión de los inversores extranjeros, Rumanía se enfrenta con un déficit de gobernanza que afecta a muchos aspectos de la vida pública y genera acuerdos institucionales inadecuados, incompetencia en la gestión, un proceso de reglamentación ineficiente y ausencia en la aplicación consecuente de un estado de derecho. Las recomendaciones en este sentido son la adopción de unas medidas para aumentar la competitividad del país y el bienestar de la población a través de la mejora en la gestión de los recursos públicos, a través de la reforma que cubre las instituciones públicas y a través del desarrollo y mantenimiento de un medio económico y de reglamentación transparente y estable que se dirija a las actividades eficientes del medio privado.
Agricultura
Rumanía se encuentra en el puesto número 5 de la UE en lo que respecta a la superficie total de terreno arable, y aún así obtiene menos del 3% de la producción agrícola de la UE y tiene una productividad de la mano de obra 7 veces mas pequeñas que la media europea.
Si la productividad de la agricultura local se dirigiera hacia los estándares europeos, Rumanía podría convertirse en la tercera fuerza en Europa, después de Francia y Alemania. Para llegar a ser competitiva y para alcanzar la marca de otros estados miembros de la UE, las autoridades rumanas deberían explotar de forma más eficiente el enorme potencial de la agricultura. A falta de unas medidas urgentes, el sector agrícola podría transformarse en una carga para la economía nacional en vez de ser una fuente de crecimiento económico y un motor del desarrollo sostenible en las comunidades rurales.
Mercado laboral.
Para el 2011 se estima un crecimiento salarial del 6%. CIS señala las dificultades de contratación de los jóvenes recién licenciados, alcanzando la tasa de desempleo de los mismos un 8,4%, una de las mayores de los últimos 20 años. CIS desea una mayor flexibilización de las relaciones de trabajo para permitir a los empleadores la adopción de soluciones temporales sobre la contratación de personal.
Sector Público.
Para corregir los efectos de la recesión y retomar el crecimiento económico sostenible, el sector privado desearía trabajar con las autoridades del estado para implementar las medidas necesarias de reforma del sector público. De esta forma, CIS propone las siguientes medidas: reducir los gastos presupuestarios a través de la nacionalización, des-burocratización, despolitización y crecimiento de los ingresos presupuestarios mediante la mejora de la colección de tasas y reducción de la evasión fiscal; crecimiento de los estándares de calidad y administración pública mediante la aceleración del proceso de descentralización de los servicios públicos y reorganización de los mismos en función de las necesidades poblacionales, resolver el déficit de infraestructuras (educación, sanidad, transportes, comunicaciones, mercado laboral, medio de negocios); aumento de las inversiones públicas para asegurar la mejora de la competitividad a largo plazo; aceleración sustancial de la velocidad de absorción de los fondos europeos.
