martes, 5 de marzo de 2013

Bodas rumanas. Parte IV. Primer y segundo plato.


Cuando ya has empezado a ponerte fino, digamos que ha pasado una hora, el maestro de ceremonias anuncia la llegada del primer plato. El mismo espectáculo y el mismo proceder. El primer plato suele ser pescado con papas o en bodas más finas pescado con otro tipo de acompañamiento. Yo diría que hemos tenido una comida completa. 



Pero la cosa no queda ahí. Tras esta breve pausa volvemos a los bailes, charlas, gritos y más copas. 

Y otra hora se ha desvanecido, puede que un poco más y las energías consumidas piden al cuerpo repostarse de alimentos. El segundo plato que nunca falla será sarmale con mămăligă


En algún momento dado, pongamos que después de los sarmale, el maestro de ceremonias anuncia que alguien ha robado a la novia. El robo de la novia es una tradición muy antigua en las bodas rumanas, de hecho no se sabe cuál es el origen de la misma.

Se supone que el novio no puede quitarle los ojos de encima a la novia durante toda la fiesta. Es por ello que algunos van a aprovecharse de cualquier despiste del mismo para robar a su recién estrenada mujer. El novio debe entonces buscarla o pagar una recompensa por ella. Dicen que esta tradición existe para que el novio se de cuenta  de lo mucho que echa en falta a su novia, y a un nivel más profundo, para que se de cuenta que la mujer no puede faltar en la vida de ningún hombre.


Normalmente, la novia es robada por un caballero de honor aunque otros hombres que tengan la iniciativa podrán hacerlo. La mayoría de los que roban a la novia la llevan a un club, o a un show de karaoke, o a dar un paseo por la ciudad con limusina o en coche descapotable. Pueden ir hasta a otra boda o al lugar que prefiera la novia.

Como prueba de que la novia ha sido robada hay que traerle al novio un zapato de la misma y es en este momento cuando empiezan las negociaciones. En algunas regiones, si la novia ha sido robada antes de las 24:00 horas el padrino debe pagar la recompensa, si la novia ha sido robada antes de esta hora entonces será el novio el que paga.

La recompensa suele pagarse en botellas de whisky o dinero en efectivo. Hay que tener cuidado con el tiempo que dura el robo ya que los invitados pueden llegar a aburrirse y la fiesta corre el riesgo de romperse.