martes, 9 de agosto de 2011

Día Internacional de los Jardines Zoológicos y Parques

Desde el 6 de agosto hasta el día de hoy se han realizado en el zoo de Bucarest distintas actividades en conmemoración del día Internacional de los Jardines Zoológicos y Parques. He de decir que tras una pequeña investigación, no he conseguido encontrar ni una sola noticia acerca de los distintos eventos que hayan podido tener lugar en distintas partes del mundo para festejar este día... Lo que sí tengo claro es que el 9 de agosto es el Día Internacional de los Pueblos Indígenas.

Una sola vez he estado en un zoo y fue el de Madrid. No creo que repita la experiencia, los zoos no son para mí, me hunden.  

La Fundación Born Free ha llamado la atención sobre la situación de los zoos en este país mediante un informe publicado en enero de este año. Según este informe Rumanía está bastante lejos de cumplir La Directiva 1999/22/CE  relativa al mantenimiento de animales salvajes en parques zoológicos la cual ha sido traspuesta mediante Ley nr. 191/2002. Al mismo tiempo y para completar el elenco legal existen las Órdenes Ministeriales nº1798/2007 y nº 16/2010.

Según este Informe:

  • De los 33 zoos reconocidos en Rumanía, 12 no tienen autorización, la mayor parte de los cuales sigue funcionando y se encuentran abiertos al público. Este hecho podría ir en contra de los requerimientos de la Directiva.
  • El cumplimiento de la Orden Ministerial nº 1798/2007 y de la Orden Ministerial nº 16/2010 aparece como mínimo.
  • La aparente falta de conocimiento y pericia de las agencias competentes así  como de los trabajadores de los zoos bien podría estar dificultando el efectivo cumplimiento de la Ley de zoos rumana.
  • El mal diseño  de los recintos, el mal mantenimiento de los cercados, la falta de barreras de aislamiento y la escacez de personal disponible, suelen colocar al público ante un riesgo de daños y exposición a enfermedades. Se ha visto que el público puede entrar fácilmente en contacto directo con especies peligrosas como el oso pardo o los leones.
  • Los zoos rumanos aportan una mínima contribución a la conservación de la biodiversidad y ninguno parece estar participando activamente en programas europeos de cría en cautividad (EEPs or ESBs).
  • La responsabilidad hacia un estándar educativo es débil en todos los zoos. La mitad de las especies no tienen señales informativas y un 74% de las señales no incluyen la información requerida (Ley 191/2002).
  • Muchos de los recintos no son higiénicos y pueden exponer a riesgo la salud y el bienestar de los animales.
  • Cuatro de cada cinco recintos no proveen a los animales con algún tipo de oportunidad de enriquecimiento comportamental u ocupacional mediante objetos como juguetes o dispositivos para alimentarse.
  • Tres cuartos de  los recintos no son ambientalmente complejos.


Se concluye el informe con un listado de las acciones que los zoos rumanos llevan a cabo:

  • Participan débilmente o contribuyen débilmente a la conservación de la biodiversidad.
  • Fallan en hacer una contribución significativa a la conservación ex-situ.
  • Fallan en el suministro de actividades o información de un valor significativo educacional al público en general.
  • Fallan en la toma de medidas preventivas para proteger suficientemente al público de los potenciales daños y de la transmisión de enfermedades.
  • Fallan en suministrar a sus animales un ambiente adecuado.
  • Fallan en el reconocimiento de los requerimientos especie-específico que permitirá a los animales expresar sus comportamientos naturales.
  • Comprometen la salud y el bienestar de los animales.
  • Fallan en el cumplimiento de los requerimientos mínimos de la Directiva, la Ley 191 y la Orden Ministerial 1798/2007.

En fin, es increíble ver cómo los medios de comunicación transmiten para conocimiento de los ciudadanos la existencia de este día (no tan internacional parece) sin siquiera hacerse eco del estado lamentable de los zoos y el más lamentable estado de sus animales. 

Con los años he confirmado una hipótesis que siempre he intentado rechazar. La empatía hacia a los animales es un don bien escaso, y lo mismo ocurre con el medio ambiente. El ciudadano necesita ser programado y capacitado para reaccionar ante visiones y situaciones dantescas. ¿Por qué si no es posible que un ser humano permanezca impasible ante la imagen real de un animal que vive y existe entre las rejas de un recinto que sólo le permite dar dos pasos?.

Esto me trae a la mente y con mucho espanto, una experiencia desagradable vivida una noche de verano en Saranda, Albania. Pensando pasar un par de noches de descanso en esta ciudad costera del sur de Albania y antes de saltar a Grecia, pensando que todo sería más puro y salvaje y más auténtico, nos encontramos con una desagradable sorpresa. Dejando aparte la limpieza, olores y demás, no pude dejar de repugnarme al ver como un grupo de gente se hacinaba alrededor de algo. Curiosos nos acercamos a ver qué pasaba. La imagen se ha quedado imprenta en mi memoria: una cría de oso, tendría algunos meses, era expuesta al público para su recreo. El bicho llevaba una gruesa cadena alrededor del cuello y se podía observar claramente que tenían a la "bestia" drogada para que todo el que quisiera la tocara, la manuseara, le gritara, se fotografiara con ella,etc,etc. No le dimos mayores oportunidades a Saranda, aquella fue nuestra primera y última noche y a la mañana siguiente salimos despavoridos de allí.

El informe del que os hablo lo encontraréis adjunto aquí http://www.bornfree.org.uk/zooreports/romania/pages/BFF_EZR_ROMANIA.pdf. Leed y opinad.

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