El Intercontinental bajo la niebla |
Por Dios! Qué frío! Hoy me he dado cuenta que ha llegado el invierno. Ánimo de acero y botas de acero para resistir los días cortos y las temperaturas que cortan los sentidos.
El invierno tiene algo enigmático que deprime y atrae al mismo tiempo. Se congela el tiempo y el paisaje, e impera el silencio y lo inmutable, como si nada fuese a cambiar y todo fuera seguro.
Me gusta el invierno porque las calles están desiertas, me gusta el invierno porque la nieve sustituye a la luz del sol, me gusta el invierno porque se cubre toda la suciedad, me gusta el invierno porque es un placer llegar a un sitio cálido, y a veces me gusta el invierno porque las noches se hacen eternas...
De cualquier forma, aún no ha llegado el invierno.
De cualquier forma, aún no ha llegado el invierno.
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